Poca equipación hay que llevar para nadar; bastan el bañador, unas gafas y un gorro. Parece difícil que con tan poco equipamiento algo nos incomode a la hora de ponernos a hacer largos, sin embargo, las gafas y el gorro en ocasiones son un continuo problema para la gente que comienza a practicar la natación.
El gorro se cae o se escurre hacia atrás, las gafas se empañan, les entra agua o se caen… pues bien, unos sencillos consejos os ayudarán, a todos aquellos que os peleáis con vuestro gorro o con las gafas cuando vais a la piscina, para que estos problemillas no os incomoden más y podáis centraros en nadar.
- Si el gorro se te cae, es probable que estés usando un gorro de tela. Esto en las chicas especialmente, por la cantidad de pelo que solemos tener, pasa bastante a menudo. Os recomiendo usar gorros de silicona. Se adaptan perfectamente a la cabeza, no hacen daño en el pelo como los de goma, y son lo suficientemente grandes y elásticos como para que no se te caigan, aunque tengas una buena melena.
- Fijaros en la costura del gorro (en la foto se ve bien), siempre ha de colocarse de la frente a la nuca. No os pongáis el gorro de manera que la costura quede de oreja a oreja. Os ajustará peor, es más fácil que se os escurra y que os resulte incómodo.
- Si te entra agua en las gafas, lo primero que haremos será comprobar que son unas gafas adecuadas. Para nadar no uses gafas que tapen la nariz, y comprueba que se ajustan a tus ojos. Para ello coloca en los ojos la lente haciendo una leve presión, pero sin llegar a ponerte la goma de las gafas. Si éstas se quedan sujetas en tus ojos a modo ventosa y no se te despegan constantemente, entonces es que te ajustan bien. Pero si no es el caso, mejor que busques otras.
- Si tus gafas se ajustan bien a tus ojos pero te sigue entrando agua o se te caen, entonces comprueba como colocas la goma. Fíjate que siempre te quede la goma en mitad de la cabeza.
- Y el problema que más guerra da incluso a nadadores ya experimentados… el «se me empañan las gafas» . Si esto te sucede, no desesperes, nos pasa a todos. Solo debemos acordarnos de un sencillo truco cada vez que vayamos a nadar.Podrás oir diversos trucos caseros, como unas gotas de jabón, pasta de dientes, una patata… yo te resumo los dos que más sencillos y eficaces me resultan. Lo primero que puedes hacer es comprar un spray antifog, si lo haces asegurate que es específico para natación. Y el truco que todos los nadadores hacemos, aunque suena poco higiénico, es utilizar la propia saliva. ¿Cómo? Pues antes de ponerte las gafas, y si están secas mejor, pasas la lengua por las lentes o pones un escupitajo para después restregar la saliva por la lente con el dedo. A continuación mojas las gafas un instante y ya están listas para ponerlas. Este truco es sencillo, ràpido y lo puedes hacer en cualquier momento cuando se te empañen.
Ahora si, ya puedes olvidarte de todo y nadar cómodamente. Os invito a que compartáis con nosotros vuestros trucos, si tenéis otros problemillas que no hayamos mencionado y con los que os podamos ayudar o contadnos anécdotas.
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