Clases especiales para superar el miedo al agua en Ibiza
El miedo no tiene edad, y por ello dirigimos estas clases a todas las edades.
Clases especiales para superar el miedo al agua en Ibiza
El miedo no tiene edad, y por ello dirigimos estas clases a todas las edades. Desde un bebé, un niño en edad infantil, jóvenes, adultos o mayores.
El miedo al agua podemos superarlo con una pedagogía adaptada a cada edad, basada, para nosotros en la confianza y seguridad que debemos proporcionar a cada persona para que ésta se relaje y pueda aprender de una forma positiva a superar su miedo.
El miedo al medio acuático en los niños, puede deberse a varias causas, bien por inseguridad física, porque el niño anticipa mentalmente el daño que puede sufrir; o en otros casos, el temor surge ante amenazas psicológicas que pueden provenir de los propios temores que los adultos proyectan en los niños de alguna experiencia negativa en el agua (educación hidrofóbica), o de un práctica pedagógica inadecuada cuando se inicia el aprendizaje de la natación. Estas dos últimas causas son las más frecuentes en el caso de los niños.
Sin embargo, en adultos y personas mayores, el miedo se debe principalmente al temor que surge ante amenazas psicológicas que pueden provenir de alguna experiencia negativa en el agua como puede ser el inicio de un ahogamiento o una inmersión provocada. A veces también la causa es el miedo al fracaso, a ser evaluado negativamente, a hacer el ridículo social o miedo a competir. Y en el caso de las personas mayores, a un miedo a lo desconocido, ya que para ellos, cuando eran jóvenes, la natación no era una actividad al alcance de todos y eran pocos los que aprendían a nadar, o si lo hacían era de forma autodidacta en ríos o playas.
Para que puedan superar estos miedos, nosotros tenemos claro que es fundamental:
- Realizar una adaptación progresiva
- Proporcionarle a la persona la máxima seguridad y confianza, para que pueda relajarse y aprender a superar el miedo positivamente.
- Nunca obligarle, nosotros nos adaptamos al ritmo de cada persona, para que el aprendizaje y superación sea seguro y positivo.
- En el caso de los niños, el agua ha de ser un juego, de manera que se convierta en algo positivo y placentero.