Nadar es una de las actividades que podemos realizar a cualquier edad. Esto y sus innumerables beneficios son sus dos principales ventajas.
Practicar natación en la tercera edad nos ayudará a conseguir que nuestro cuerpo y mente sigan trabajando y desarrollándose, fomentando una vida saludable que mejorará nuestra calidad de vida.
Siempre es importante, pero especialmente en estas edades que nos realicemos un reconocimiento médico antes de iniciar cualquier actividad deportiva, y si no existe ninguna contraindicación ya estamos listos para comenzar.
Los beneficios que te aportará son tanto físicos como emocionales:
Mejora el sistema cardiovascular y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares
Mejora el sistema respiratorio
Desarrolla y mejora el sistema locomotor
Mejora del sistema nerviosos
Mejora psicosocial
Es importante que al comenzar la actividad, comentes con tu monitor tu condición física; si padeces alguna enfermedad u operación, si comienzas la actividad por alguna recomendación específica, ya sea perder peso, dolencias, ganar movilidad, aumentar la autoestima… etc.
De esta manera siempre se podrán adaptar los ejercicios de la clase y objetivos a tu situación personal para conseguir unos resultados y mejoría que tú mismo podrás ir comprobando.
¡Te sentirás mejor tanto física como emocionalmente!
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